Limpieza inicial Lava la sartén con agua caliente y un poco de detergente suave, usando una esponja que no raye.
Secado completo Secala bien con un repasador o papel de cocina. Para asegurarte de eliminar toda la humedad, podés calentarla unos minutos en la hornalla.
Aplicación de aceite Con un paño limpio, distribuye una fina capa de aceite vegetal (girasol, canola o maíz) por toda la superficie de la sartén, incluyendo bordes y asas.
Curado al fuego u horno
En la hornalla: Colocá la sartén a fuego bajo-medio unos 20 minutos para que el aceite se adhiera y se vaya formando la capa protectora.
En el horno (opcional): Si preferís, podés hornearla boca abajo a 200-250 °C durante 1 hora. Colocá una bandeja con papel aluminio debajo para atrapar cualquier exceso de grasa.
Enfriar y repetir Dejá enfriar completamente. Podés repetir el proceso varias veces para lograr una capa antiadherente más duradera.
Uso y cuidado diario Ya está lista para usar. Después de cocinar, lavala con agua caliente y esponja suave, secala bien y aplicá una pequeña capa de aceite para protegerla.